Pues me presento

El regreso de Teneo al santuario seis años después de la Guerra Santa

El aprendiz busca quien pide consejos sobre el amor y termina siendo instruido en la forma en que se debe amar a una mujer.

Los aprendices escapan del Santuario para consumar su amor, ambos terminan con dudas pues ella no es virgen y él sabe demasiado de las artes amatorias

AU En la antigua Grecia, después de leer un libro sobre la historia antigua de su pueblo, Teneo él joven discípulo de Hasgard ha decidido que ha alcanzado la edad para ser el “eromenes” de su maestro; por lo que él día de su cumpleaños número 16 el joven se introduce al Templo de Tauro en espera de conseguir la atención de su amado maestro.

La batalla por el Santuario llego a su fin, Atenea estaba a Salvo, al menos por ahora, durante el tiempo que estuve luchando “Él” estuvo en mi mente todo el tiempo, tenía que regresar a su lado, tener de nuevo cerca su voz, su aroma, su presencia en mi vida, al fin, Cristal, no sólo era mi maestro, había algo más, lo herí de muerte y estaba arrepentido, pero él había sobrevivido y yo quería regresar a ser su compañía.

Al fin, le confesé mis sentimientos, ya no soy un niño, le dije, busque demostrárselo de un millón de formas, y no obtuve nada más que soledad, él, sólo me rechazo, y acabo por decirme que lo mejor era que buscará otro lugar donde continuar mi instrucción, pues ya no tenía más que enseñarme.

Me refugie en el alcohol, vodka hasta la perdida de los sentidos, en mi desesperación, en la soledad, del recuerdo de mi madre, una Siberia donde ya no era bienvenido, ya nadie me esperaba ahí, ¿buscar dónde instruirme?, Camus estaba muerto, ya no había a quien buscar. Él debió matarme, Milo debió matarme, para que quiero esta vida, ya no tiene ningún sentido.

Una solución fácil, la mejor y más honorable, para la cual me preparé. Morir en combate, con uno de los grandes, me dispuse a escribir una carta, no se me ocurrió otra cosa, insultos baratos fue lo que le regale, "cobarde, ¿no pudiste acabar conmigo?, ¿me permitiste acabar con él?, ¿crees que eso es de hombres?, pudiste hacerme pedazos, así que, te culpo de su muerte, destrózame o yo te destrozaré." Cosas como esas escribí en esa carta, y recibí lo que esperaba, la aceptación a ese duelo, a ese enfrentamiento.

La Isla Milo me esperaba y él estaba, justo, frente a mí.

Habían pasado tres años desde el final de la Guerra Santa, tiempo suficiente para, en parte, rehacer su vida, Hyoga había terminado la educación preuniversitaria en su natal Siberia y regresó a Japón con la intención de buscar una Universidad donde matricularse, pero también llevaba un objetivo en su vida personal, algo que traía en su corazón y que pensó lo haría feliz.

Pasó un mes buscando el valor para acercarse a esa persona, casi no convivió con el resto de sus amigos, sin embargo, no tuvo el valor ni para buscarlo, ni para preguntar por él, el miedo a ser rechazado fue fuerte.

Se dio cuenta que a pesar de todo su orgullo como Guerrero no era quien para interrumpir la vida apacible de uno de sus mejores amigos.

Un día simplemente ocurrió, fue llamado por Saori a la fundación, la reunión parecía trataría algo bastante serio, y ahí estaba, al fin se reencontraba con “él”, Shiryu tenía un semblante serio y Hyoga, después de tanto pensar en él, incluso fantasear con él, no tuvo el valor de mirarlo a los ojos.

Las órdenes estaban claras, se había presentado un movimiento de Cosmos fuera de lo común en una zona de las ruinas de la Ciudad Maya de Palenque en Chiapas México, en una caverna, pero no se sabía exactamente quien ó que era.

Hyoga trato de mantener la serenidad, a pesar de la seriedad del asunto estaba nervioso, había buscado la forma de acercarse a Shiryu y ahora debía hacerlo por una misión.

Lo mejor era viajar de la forma tradicional para no tener problemas legales al andar de un País a otro, problemas que pusieran los ojos de las autoridades internacionales sobre Saori Kido. Recibieron dinero y pasaportes.

Hyoga salió de la oficina pensativo, desde su recorrido por el inframundo no había podido dejar de pensar en él, y ahora, en otras condiciones de vida, tendrían que pasar tiempo juntos y a solas.

Al cumplir quince años Kiki decide irse de Jamir para hacer su propia vida, sólo ha dejado una nota simple. Mü desesperado al no encontrarlo recurre a su mejor amigo, Aldebarán buscando ayuda y encuentra, lo que en realidad le hacía falta a su vida.

Hyoga había obtenido una beca para un centro de investigación en el ártico. Participaría en un estudio de los hábitos de migración sobre osos polares. Siguió todas las indicaciones para llegar. Consideró que sería divertido llegar por su cuenta, hacer una expedición previa y todo parecía ir bien, sin embargo una tormenta de nieve lo desubicó por completo. Caminaba sobre la nieve blanda, sus piernas se sumían hasta las rodillas y estaba demasiado cansado, ya no podía seguir y en algún momento quedo sin conciencia en medio de la nada. Necesitaba ayuda. Un investigador de Nombre Camus, lo encuentra