[SaintSeiya] Cumpleaños perfecto ll AU ll (SagaxMu)
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[SaintSeiya] Cumpleaños perfecto ll AU ll (SagaxMu)
Cumpleaños Perfecto
− Listo − dijo triunfante el hombre de larga cabellera azulina con una sonrisa de éxito en su rostro mientras se alejaba para releer la tabla que acababa de digitar en su laptop− No, espera falta algo.
Se dirigió nuevamente hacia su computadora para seguir redactando la tabla. “Cena en Dronat a las 7:30 pm”. Si, seguramente una deliciosa cena gourmet sería la cereza del pastel para concretar su plan perfecto para el cumpleaños de su amado.
Presiono imprimir y se fue a dormir, mañana sería un día muy importante. Soñó con un momento muy feliz, un rostro blanco alumbrados con unos ojos verdes, esmeraldas tan puras como su sonrisa y sus hebras lila.
− Mu − suspiro entre su estado somnoliento de recién despierto. Froto fuertemente sus ojos mientras caminaba arrastrando los pies camino al baño. Lavó su cara y observo en el espejo su reflejo, se veía más radiante y mucho más alegre que de costumbre.
− Hoy será − se repetía con una amplia sonrisa − hoy si, le daré nuestro primer beso.
Estaba algo nervioso, salía con Mu Albaf hace poco, pero en estas tres semanas se había reído, divertido y enamorado de él como no lo había hecho con ninguno de sus Ex-novios. La razón era simple, ninguno de ellos lo comprendía tanto como lo hacía el joven extranjero, aparte de guapo es muy inteligente y esa era la principal razón por la que Saga amaba a su hermoso lemuriano.
Si, adoraba llamarlo así, a veces sentía que era completamente suyo, que debía protegerlo de todo. Pero otras lo veía tan fuerte tan maduro, tan fuerte y seguro, ah definitivamente cada mínimo detalle de él lo atraía tanto.
Dejó de lado sus pensamientos, ya tendría tiempo para deleitarse con la belleza del pelilila en todo el resto del día, después de todo en su perfecto, muy elaborado y si Mu aún no planeaba besarlo, se podría decir hasta siniestro plan, estaba estipulado que desde las dos de la tarde hasta aproximadamente las siete y media de la noche estaría junto a su borreguito consentido.
Salió del baño y empezó a ducharse con mucho cuidado, al igual que cuando se estaba vistiendo, debía causar una buena impresión en su borrego, quien creyendo que tendrían solo una caminata por el parque había aceptado el estar bajo el árbol de cerezo central exactamente a la una en punto.
− Son las 12:30. Bueno hora de partir − dijo tomando su blazer blanco sobre un hombro y empezando el viaje a pie, después de todo el gemelo vivía a escazas cuadras del parque.
Con una pequeña canasta de día de campo preparada para la fase uno de su plan perfecto. Sacó la lista especial releyendo nuevamente. “Picnic de 1:00pm - 2:00 pm” si, esto sería perfecto y un muy buen inicio para la celebración del día.
Llegó al lugar pactado sorprendido por la situación. Mu aún no estaba allí, y no era habitual en él llegar tarde a las citas, es más, varias veces era Mu quien se quedaba sentado unos veinte minutos en los restaurantes solo esperando a que el peliazul se dignase aparecer.
Pasaron quince minutos y estaba extrañado, cómo podía darse esto. Decidió sacar su teléfono y marcó rápidamente al lemuriano. Escuchó tres de los cuatro pitidos cuando finalmente contestaron del otro lado
− Hola ¿Saga? − preguntaba la dulce voz de su amado, sonaba algo confundido también.
− Hola Mu, ¿Dónde estás te estoy esperando?
− Pues aquí, en el árbol de cerezo central en Botanic Park.
¿Botanic Park? No puede ser, el parque que estaba del otro lado de la cuidad, Saga casi se desmaya al escucharlo.
− Bo... Botanic Park − Puso una mano en su cara, ahora todo tenía más sentido. Pero ¿Qué hacía en Botanic Park? − Corazón, yo estoy en East Park, es aquí donde habíamos acordado.
− No, amor en serio te digo que me dijiste que estuviera bajo el árbol de cerezo central de Botanic Park a la una en punto de la tarde. Y tengo tu mensaje como evidencia.
Sintió la risita del otro lado de la línea − Está bien, espérame allí que iré por ti. Pero no te muevas.
No podía creerlo mientras miraba el historial de sus mensajes con Mu. Era cierto, el error había sido suyo y por eso tuvo que tomar un taxi que demoraría otros quince minutos en llegar. No, ahora que no estaban en East Park también perderían la función de baile de “2:00pm-2:30pm” y considerando el tráfico demoraría otros diez minutos llegar allí, así que mientras buscaba a Mu, también habrían perdido el tiempo para el picnic.
Dio un largo suspiro mientras hacía una fugaz llamada confirmando el paseo guiado por el museo de antigüedades en el centro de la ciudad para posteriormente tachar “Picnic” y “Función de Baile” de la lista tan meticulosamente preparada.
Al llegar a Botanic Park eran ya cerca de las dos de la tarde y como el pelilila tenía un sexto sentido impecable, estaba esperando en toda la entrada principal. Cuando el gemelo lo vislumbro entre un pequeño tumulto de gente, salió del vehículo y le hizo señas de que se acercara al sitio con esa sonrisa de tonto en el rostro que siempre le arrancaban esos ojos verdes cristalinos.
− Hola guapo ¿vas a algún lado? − bromeó al tenerlo al frente y lo abrazó fuerte, mientras el menor con esa sonrisa infantil se colgaba al su cuello, disfrutando tanto de la colonia como del mini espectáculo de pectorales que gozaba gracias a que los primeros dos botones de la camisa estaban abiertos.
Al separarse Mu lo observó − Si es posible − hizo una pausa deleitándose con la imagen, un pantalón blanco apretado que hacía juego en color con el blazer que traía de una manera muy sexi con una sola mano sobre su hombro, verlo en esa postura y con la camisa desabrochada exhibiendo su pecho era simplemente emocionante para el menor − Eso depende de a donde quieras llevarme tu − dijo guiñando un ojo y subiendo al taxi por la puerta que Saga había abierto para él como todo un caballero.
− Gracias − menciono al entrar al taxi − ¿y a dónde vamos?
− Al museo central por favor − indicó el mayor tras cerrar la puerta y rodear con un brazo a su acompañante.
− A sí que para ir a un museo hay que pararse cerca de una hora bajo un cerezo − Mu rio por lo bajo − ¿es eso algún nuevo ritual tuyo?
− Bueno, la verdad no contaba con este retraso − se encogió de hombros − Pero eso no importa ahora, el día aún tiene más horas, y tú estás aún conmigo.
El resto del camino estuvo algo callado, con una corta conversación trivial acerca de las novedades en sus respectivas vidas. No eran demasiadas ni tampoco muy relevantes así que se dedicaron a darse una que otra mirada, mucho mejor que intercambiar palabras que no era lo de Saga.
− Aquí es. Son 10 con 25− la voz del conductor del automóvil los hizo salir de ese extraño espacio en el que se dice entran dos almas que se aman a la hora de encontrarse cercanamente la una con la otra.
− Mire señor, gracias − pagó y salieron del coche nuevamente Saga abriendo la puerta para Mu. El menor se sospechaba que algo traía entre manos el de cabellera marina, y le gustaba, tal vez, se darían su primer beso.
Iban a entrar al museo cuando se escuchó una voz femenina por el micrófono dando la información de que se había cancelado tanto el recorrido de las 2:30 como la función del miniteatro interno por cuestiones de problemas técnicos.
− “Problemas Técnicos” − Saga cruzo sus brazos en señal de reprobación, ¿cómo podía estar pasándole esto? Se supone que este era el día especial, el día de impresionar a Mu, pero ahora se había cancelado los puntos 3 y 4 de la lista. “recorrido en el museo 2:30 pm - 4:00pm” “función del miniteatro 4:00pm - 5:00pm” y que haría ahora de dos y media a cinco, la reservación en el restaurante estaba para las cinco treinta, y debía encontrar algo para pasar el tiempo mientras tanto.
Saga cabizbajo tomo la mano del pelilila para caminar por la calle, no sabía a donde llevarlo que no fuese tan normal, quería sorprenderlo, ese era un día especial, muy especial al menos para él.
Froto su cabello preocupado intentando pensar algo hasta que el lemuriano se compadeció proponiéndole ir de compras. No es que a Saga le emocionarán las compras, pero al menos era algo que al menor si le gustaba hacer y pues considerando que su plan perfecto estaba destrozado al menos hasta las cinco y media de la tarde era preferible que quedarse en la calle haciendo nada.
− Esta bien, el mal está cerca.
Partieron hacia haya donde Mu asaltó cada tienda de ropa, no compraron mucho en realidad pero eran solo pretextos de Mu para así poder modelar frente a Saga cuanto atuendo se pudiese.
− ¿qué dices de esté?
− Me parece lindo.
− Vamos Saga, eso dijiste de los demás, esfuérzate un poco.
− Pero es que todos me gustaron.
− Vamos, no me dirás cómo me queda − hizo un puchero, uno de esos que era los que lo hacían sentir responsable de cuidarlo. Esa su expresión tan tierna e infantil.
− Está bien, para serte sincero, tu belleza haría verse bien hasta el paño más simple. Esa es la razón de que todos me gusten − había un ligero sonrojo en el rostro de Saga pero completa sinceridad en sus palabras.
Llevaron unas cuantas prendas, mientras Saga pasó una vergüenza ya que Mu lo hizo probarse cosas frente a otros y comprar unas cuantas.
“Lo que hace uno por amor” pensó mientras pagaba las compras y observando su reloj se dio cuenta que aún poseían 45 minutos antes de la hora de la cena y eso significaba que tendrían tiempo para otra actividad. Y considerando el calor que mejor que un halado.
− ¿quieres ir por un helado?
− Seguro, hoy tu mandas.
− Si yo mandará no hubiese tenido que medirme esa bermuda mientras decías que me veía lindo − trato de hacer un gesto enfadado pero no podía.
− Era la verdad, te quedaba hermoso, aunque no tanto como este pantalón blanco − respondió Mu con una sonrisa, sabiendo que el mayor no podría enfadarse.
− Está bien, tu ganas. Ahora mejor vamos que tengo sed − endureció un poco el gesto para abrazarlo y luego con una sonrisa oler el cabello lila de su amado.
− Lamento que hayas tenido que pagar, no creí que se me había terminado el efectivo en el centro comercial. Y tampoco me aceptaron la tarjeta − dijo un cabizbajo griego frotándose las hebras azulinas con desespero.
− Nah, no es nada después de todo fui yo quien te forzó a comprar tanta ropa − contesto el pelilia tomando la mano del gemelo − Además, no es justo que tu pagues siempre, de vez en cuando debo invitar yo ¿no?
− La verdad no me molesta, y para compensarte te tengo una sorpresa − ahora era su oportunidad, ya eran las cinco y empezaban su viaje hacia el restaurante para mejorar el día.
Caminaron en silencio de la mano, con el tiempo detenido y los demás inexistentes para ambos, y era una suerte porque de ser así se habrían sentido incomodos por tantas miradas y cuchicheos de todos aquellos quienes los veían caminar de la mano tan a gusto.
Entraron en el restaurante y Saga se dirigió a la joven recepcionista, quien al verlo acercarse solo se acomodó algo el pelo y empezó a juguetear con él mirando de una manera peculiar al Adonis griego que venía hacia ella. Mu vio las intenciones de la muchacha se apresuró a tomar de nuevo de la mano al peliazul, y mirándola de una forma acalorada.
La muchacha soltó inmediatamente su cabello y agacho la cabeza para ocultar su sonrojo. Pasados los efectos de los celos Mu sonrió e intento comprenderla. Era de Saga de quien hablaban y no podía negar lo guapo y varonil que era.
− ¿En qué les puedo ayudar? − dijo tímida tras el escritorio evitando mirar a Mu por la vergüenza.
− Venimos por una reservación a nombre de Saga Ukinav − dijo con una sonrisa amable poniendo aún más roja a la avergonzada recepcionista.
Mu rió por lo bajo mientras veía como incómoda la chica revisaba el libro de reservaciones, pero más le hacía gracia el que Saga fuese tan ajeno a lo que estaba sucediendo. Era tan distraído que no sorprendía porque más temprano se encontraba ada uno en un parque completamente opuesto al que se encontraba el otro.
− Lo lamento, no está aquí y no hay mesas disponibles.
− ¿QUÉ? − Saga gritó sorprendido y algo decepcionado − No pero… pero… Agh.
− Usted no confirmo quince minutos antes, y según la política del establecimiento se retira su reservación.
− Pe… pero… − Se quedó frio. ¿Cómo podía estar el universo en su contra justo ese x
día?
− Gracias − dijo saliendo de allí tomando a Mu por la mano y sacándolo tras de sí. Había olvidado confirmar la reservación, ya había arruinado el cumpleaños de Mu.
− ¡Oh no! − Exclamó llevándose una mano a la frente.
Mu lo miró sorprendido − ¿qué sucede?
− Es tu cumpleaños, y no te lo había dicho.
− Ah − el menor se asombró, ni el mismo había notado que era su propio cumpleaños − No es tan importante.
− Si, es muy importante. Yo… yo había hecho un plan − saco la tabla de su bolsillo − se supone que este día debía de ser perfecto, y que yo hoy… yo hoy − buscaba el valor para besarlo cómo deseaba. Había planeado todo esto para que el beso fuese perfecto, pero ahora que el plan había fallado, no sería tan especial.
− Shhh − lo silencio Mu posando un dedo en sus labios − Estás conmigo, y eso para mí ya es perfecto − paso ahora el pulgar por el borde del labio inferior del mayor para estirarse y depositar n tierno beso.
− Este ha sido un cumpleaños perfecto − dijo sonriendo cuando se separó un poco.
− Te amo - dijo Saga tomando sus cabellos.
− Yo a ti − saco Mu para posteriormente ser tomado en otro beso que sellaría el día con broche de oro. Después de todo ese era el único presente de cumpleaños que esperaba de parte de Saga.
Fin
AriesSaint
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